🌕 Recordar tu luz cuando el miedo te hace dudar

Publicado el 29 de noviembre de 2025, 9:57

Hoy me abro contigo, compartiéndote una parte de mi ser.

Ayer publiqué en Instagram un trocito de mi historia, y en ella compartí un video de uno de los conciertos que mas mal lo pasé de toda mi vida. Pero fue el inicio de una batalla interna en contra de mis miedos, y de como superarlos. Así que hoy he decidido ponerte en contexto del video que compartí ayer y de como esta parte de mi vida me ayudó a ser quien soy hoy:

Desde los 11 años escribo mis propias canciones. La música siempre fue un refugio para mí en una vida llena de obstáculos que yo no elegí, una manera de conectar con lo invisible, de expresar emociones que necesitaba identificar. Disfrutaba horas componiendo, cantando con amistades, compartiendo melodías que nacían de dentro… pero cuando me tocaba subir a un escenario, todo cambiaba.

Podía sentir cómo las piernas me temblaban, la voz se me secaba, y en más de una ocasión me quedé sin aire a mitad de una canción.
La vida me enseñó ha ser una persona positiva, y antes de cada concierto me hablaba con cariño:

“Tú puedes, lo harás muy bien.”

Pero aun así, los nervios estaban ahí. El miedo a exponer mis más profundos sentimientos, esos que expresaba en mis canciones, delante de tanta gente observándome...

Recuerdo especialmente un concierto que me marcó. Era el Día de la Mujer, 2011, y me habían invitado a cantar porque una de mis canciones había tocado muchas almas en otro evento semanas antes.
Subí sola al escenario, y los nervios me podían. Aun así, lo hice. Canté temblando, pero canté:

8M 2011 en Plasencia

Con los años, dejé de subir a escenarios.

Solo tocaba en salas pequeñas, más íntimas, donde sentía que podía respirar tranquila. El mero hecho de pisar un escenario grande me seguía dando pavor.

Hasta que, años después, me ofrecieron algo que para mi era un sueño: cantar en el concierto de un artista que era uno de mis mayores referentes musicales.
Llevaba mucho sin actuar así, y sabía que sería ante un público enorme, estaría la televisión... Acepté, aunque el miedo volvió a aparecer con fuerza.

Durante las pruebas de sonido estaba tan nerviosa que apenas podía disfrutarlo. Pero cuando volví al backstage, mi referente musical se me acercó y me dijo:

“Te he visto en las pruebas… se te da genial.”

Y fue como si todo cambiara. Tomé consciencia de la realidad. De que no necesitaba ser perfecta, solo estar presente.
Esas simples palabras, más el apoyo de las amistades que me arropaban ese día, me ayudaron a llenarme nuevamente de energía, de confianza, de luz.
Salí al escenario y el concierto fue espectacular, y lo más importante: lo disfruté. No porque no hubiera miedo, sino porque aprendí a escucharlo sin dejar que me domine.

Úbeda Urbana 2016

Con el tiempo entendí algo muy importante:
No basta solo con hablarnos bonito, con repetir mantras o con meditar. Todo eso ayuda, claro. Pero también necesitamos reconocer nuestros miedos, darles un espacio y escucharlos. Y a veces, que alguien más crea en nosotros cuando a nosotros mismos nos cuesta hacerlo, nos ayuda a tener claridad. Con la música aprendí a quemar el dolor, a reconocerme. 

Las palabras de aquel referente me enseñaron que una sola frase, aunque sea sencilla pero dicha desde el corazón, puede encender algo dentro de otra persona.
Y esa es una de las razones por las que hoy disfruto tanto al ver cómo mis joyas hacen sentir bien a otras personas. Porque sé lo importante que es sentirse vista, amada, reconocida.

Y quizá, en una de esas muestras de cariño que transmito en cada joya, encuentres (como yo encontré aquel día) una luz dentro de ti que necesitaba ser reconocida. No para que dependas de ello, no hay que olvidar que nuestro trabajo interno debe ser constante aprendizaje día tras día. Pero si dejar que el amor y las buenas acciones del resto nos iluminen cuando hay momentos que dudamos, o sentimos miedo. Al igual que cuando rebosemos luz, iluminemos nuestro alrededor con gestos movidos desde el amor y la bondad. El amor, se multiplica, por eso siempre digo que es una de las fuentes de magia más puras. Por eso lo comparto con el mundo, guiándome por un propósito.

Espero que esta parte de mi historia te inspire a seguir tu camino, a no huir de tus miedos, sino a escucharlos, porque a veces son ellos los que más tienen que enseñarte. 

Con amor,
Carola 🌿


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Comentarios

Montse Cervantes
hace 10 días

Madre mía Carolina! Que historia de superación más bonita!
Un día te dije que admiraba tu trabajo, hoy además entiendo de donde proviene esa admiración. Posees la sabiduría de un alma vieja, hecha a sí misma. Forjada a través de una vida de obstáculos de los que has aprendido valiosas lecciones y de los que has salido victoriosa gracias a tu luz interior, esa luz que siempre te ha acompañado, incluso en los momentos de más oscuridad. Puedes estar muy orgullosa de ser como eres!
Gracias por compartir con el el mundo parte de tu luz.✨🫂✨💖✨